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El último estudio realizado por Easyfairs, organizador de la feria líder del sector industrial Advanced Manufacturing, ha revelado que el mayor desafío para el 60,2% de las empresas del sector reside en encontrar mano de obra cualificada.
El I Estudio sobre la situación del sector manufacturero en España, realizado por Easyfairs, expone la crisis de talento que atraviesa actualmente la industria. El 60,2% de las empresas consultadas señala las dificultades que tienen para encontrar mano de obra cualificada como su principal reto. Otros problemas clave son la carencia de competencias digitales (22,9%) y la falta de relevo generacional en el sector (16,9%).
Easyfairs, organizador de la feria de innovación industrial Advanced Manufacturing Madrid, que tendrá lugar el 20 y 21 de noviembre en IFEMA, analiza en este informe los principales retos del sector en áreas como el empleo, la tecnología y la sostenibilidad, ofreciendo una radiografía detallada de la situación actual.
“El sector industrial español está en plena transformación, con un gran avance en automatización y digitalización. Se están creando nuevos roles y oportunidades profesionales que hace unos años no existían. Sin embargo, estos progresos no han resuelto la falta de cobertura en roles tradicionales como operarios y soldadores, que siguen siendo esenciales para la cadena productiva. El reto ahora es hacer atractivos estos puestos para atraer a las nuevas generaciones, cuya falta de interés podría desestabilizar el sector”, destaca Oscar Barranco, director general de Easyfairs Iberia.
La dificultad para encontrar personal cualificado ha ido creciendo con el tiempo, siendo los operarios y soldadores los perfiles más difíciles de cubrir para el 50,4% de las empresas. A continuación, le siguen los técnicos de mantenimiento (41,7%), ingenieros en automatización (27,3%) y especialistas en fabricación aditiva (12,2%).
El sector manufacturero español se encuentra inmerso actualmente en un proceso de transformación digital. Un 55,8% de las empresas ya cuenta con tecnologías de automatización de procesos y robótica, mientras que el Internet de las Cosas (IoT) está presente en el 27,3% de las compañías. A estas les sigue la creciente adopción de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial (IA) que ya se emplea en el 22,9% de las empresas y el Big Data, adoptado por un 22,5%. Aunque menos extendida, un 9,1% ya ha implementado soluciones de realidad virtual.
Las empresas que han adoptado soluciones de automatización y robotización destacan el aumento de la productividad (51,1%) como el principal beneficio, seguido por la reducción de errores (40,7%), costos operativos (39,8%) y mejoras en la calidad de los productos (33,3%).
Con la creciente digitalización, la ciberseguridad se ha convertido también en una prioridad. Esto puede verse en cómo un 64,1% de las empresas afirma haber implementado medidas como firewalls y sistemas de detección de intrusos para proteger sus sistemas. Otras medidas habituales incluyen la autenticación multifactor (35,9%), la formación en ciberseguridad de los empleados (29,9%) y la encriptación de datos (29%). No obstante, un 22,1% no ha implementado medidas específicas en este ámbito.
Por otro lado, la fabricación aditiva sigue ganando terreno en la industria española, aunque su progreso es todavía lento e incipiente. Solo un 44,2% de las empresas la utilizan en sus procesos, destacando funciones como el prototipado rápido (32%), seguido de la producción de piezas finales (19,9%) y la fabricación de herramientas y componentes (15,2%).
La digitalización será una tendencia clave que marcará la hoja de ruta de las compañías. Un 37,7% de las empresas planea adoptar nuevas tecnologías en los próximos tres años, aunque sin un presupuesto definido aún. En cambio, un 29,9% ha manifestado que ya ha destinado recursos para avanzar, mientras que un 22,9% muestra interés, pero sin planes concretos.
Dentro de los planes a futuro, la automatización avanzada y la robótica encabezan la lista de tecnologías que se prevé implementar (42,9%), seguidas por la IA (31,6%) y el Big Data (27,7%). La computación en la nube (26%) y la fabricación aditiva (22,5%) también son parte de los planes de transformación tecnológica de las empresas.
El estudio desvela que más de la mitad de las empresas industriales (56,7%) no planea implementar la reducción de la jornada laboral de 40 horas a 37,5 horas a menos que sea obligatorio. No obstante, hay un 26,8% que, a pesar de no haberla implementado, sí que lo está considerando. Únicamente un 10,4% ya ha adoptado esta medida y un 6,1% se encuentra en proceso de hacerlo.
En respuesta a qué beneficios esperan obtener con este cambio, el 60,6% destaca una mejora en la satisfacción y bienestar de los empleados, seguido por la mejora en la atracción del talento (27,7%), aumento de la productividad (27,3%) y la reducción en la rotación de personal (18,6%). Un representativo 29% cree que, de implementarse, no habrá mejoras significativas.
En cuanto a los principales desafíos asociados a la adopción de la reducción de la jornada laboral, las dificultades más relevantes incluyen, en primer lugar, los ajustes en la carga de trabajo y plazos de entrega (60,6%). Le siguen el incremento en los costos laborales (43,7%), las dificultades en la coordinación de equipos y turnos (34,2%), la resistencia por parte de algunos directivos (26,4%) y la resistencia por parte de algunos empleados (3%).
La automatización está transformando los roles laborales. Entre los efectos inmediatos, las empresas afirman, en primer lugar, que se están creando nuevos puestos con perfil técnico (38,1%), además de que, gracias a la automatización, se han reasignando a los empleados a tareas de mayor valor añadido (33,8%). No obstante, el 17,7% ha experimentado una reducción en roles tradicionales y un importante 35,1% señala que la automatización aún no ha generado un impacto significativo en su plantilla.
Según la encuesta, los perfiles más demandados por las empresas incluyen desarrolladores de software industriales (33,3%) e ingenieros de automatización (30,3%). Ganan terreno otros roles emergentes, como los especialistas en datos y análisis (26%) o los técnicos en mantenimiento de robots (18,6%).
Pese a la gran diversificación de nuevos roles y su creciente demanda, el sector industrial afronta el reto de atraer y retener nuevo talento. Para revertir esta situación, las empresas han tomado medidas como el fortalecimiento de su colaboración con instituciones educativas (58,3%), seguido de la mejora de las condiciones laborales y beneficios para los empleados (53,2%). Además, las compañías también se han enfocado en implementar programas de formación interna (48,9%).
El compromiso con la sostenibilidad está cambiando las reglas del juego para las empresas industriales. El 68,4% de las compañías afirma haber implementado medidas para optimizar procesos y reducir residuos, mientras que un 50,6% ya utiliza materiales reciclados o biodegradables. De las empresas encuestadas, un 40,7% señala que ha adoptado medidas de implementación de tecnologías de energía limpia en sus centros.
Asimismo, el 42% de las empresas ha implementado energías renovables, como solar o eólica, mientras que un 39,4% monitorea y optimiza su consumo energético. A estas prácticas le sigue la adopción de sistemas de gestión de energía adoptados por el 34,2% de las empresas y los equipos de alta eficiencia energética (32%). El desafío más común para adoptar estas prácticas, en el que coincide un 65,4% de los participantes en el estudio, es el alto costo inicial, seguido de la falta de conocimiento y capacitación para implementarlas (32%).
Preguntando a los profesionales sobre la creciente necesidad de ser sostenible en el futuro y si esta práctica tendrá un impacto en la industria manufacturera, el 45,5% de los encuestados señala que habrá una transformación moderada con adopciones graduales de nuevas tecnologías. Mientras, el 35,1% opina que la transformación de la industria será significativa, impulsando innovaciones y prácticas sostenibles. Solo el 9,1% afirma que afectará negativamente, incrementando los costos operativos y un 10,4% indica que los cambios serán mínimos, sin un impacto significativo.