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La compañía opera en el país vecino desde el año 1991, y ofrece soluciones en metrología industrial, control de procesos y fabricación aditiva.
Portugal cuenta con un sector industrial dinámico, donde la máquina-herramienta juega un papel estratégico como motor de productividad e innovación. Con una industria que representa alrededor del 18% del PIB, en el que la manufactura es la actividad con más peso, y una utilización de la capacidad instalada superior al 80%, el país mantiene una sólida base productiva que, cada vez más, apuesta por la precisión, la eficiencia y la automatización. En este contexto, Renishaw Ibérica se consolida como un socio tecnológico de referencia para los talleres de mecanizado portugueses que buscan mejorar sus procesos de fabricación y el control de calidad.
Más de 30 años al lado de la industria portuguesa
Renishaw opera en Portugal desde 1991, ofreciendo soluciones innovadoras en metrología industrial, control de procesos y fabricación aditiva. Aunque la compañía no cuenta con oficina propia en el país, sí que dispone de un equipo comercial residente liderado por Filipe Veríssimo, su responsable comercial. “Nuestra relación con Portugal es de largo recorrido. Empezamos con una sola persona y hoy contamos con un equipo consolidado que nos permite ofrecer cercanía y asistencia técnica de primer nivel”, explica Veríssimo.
En estos años, la multinacional británica, cuya sede en la península ibérica está en la ciudad de Gavà (Barcelona), ha consolidado su posición en el mercado portugués gracias, en parte, a importantes acuerdos de colaboración con importadores de máquina-herramienta y de máquinas de medición por coordenadas (CMM) que le permiten posicionar su tecnología de forma transversal en los dos pilares del mecanizado moderno: la fabricación y el control de calidad.
Además, la compañía también impulsa la innovación local trabajando con el Instituto Politécnico de Setúbal en proyectos de fabricación aditiva. Como resultado, Renishaw Ibérica ha colaborado con importantes empresas como TAP Air Portugal y la filial portuguesa del Groupe Lauak, un reconocido fabricante de componentes para la industria aeronáutica, en proyectos que la posicionan como un socio tecnológico de referencia en sectores de alta especialización.
“La máquina-herramienta es uno de los ejes de nuestra actividad, por su papel clave en industrias como la aeronáutica y la automoción, donde las exigencias son rigurosas y la fiabilidad es innegociable”, afirma Leonardo Marques, director de desarrollo de negocio para la división de Metrología Industrial de Renishaw Ibérica. “Nuestra tecnología ayuda a los fabricantes a mantener la precisión y la productividad incluso en procesos de alta variabilidad o series cortas”, añade.
Una de esas tecnologías es el sistema de calibre EquatorX 500, un equipo pionero para la automatización de talleres de mecanizado que integra dos modos de inspección (absoluta o por comparación) para cada proceso. Esta versatilidad, unida a la capacidad de realizar mediciones a alta velocidad (hasta 250 mm/s en absoluta y hasta 500 mm/s en comparación), se adecúa a las necesidades de fabricantes portugueses que producen piezas muy variadas en lotes pequeños o medianos, o bien piezas cuyo diseño cambia de forma frecuente.
Renishaw Ibérica ha mostrado el EquatorX 500 en acción en su reciente paso por MOLDPLAS, la feria líder del sector del molde y el plástico celebrada del 13 al 15 de noviembre en Batalha. Esta presencia se suma a su participación habitual en otras citas clave del país, como EMAF, reflejo de la firme voluntad de la compañía de mantenerse cerca de la industria portuguesa.
Automatización y control de proceso: el futuro del taller de mecanizado
El compromiso de Renishaw con la automatización va más allá de la metrología. Sus soluciones integran el control de proceso en todas las fases del mecanizado, desde la calibración de máquinas y la verificación de herramientas hasta la inspección en línea de piezas, permitiendo reducir tiempos de inactividad, minimizar rechazos y mejorar la trazabilidad de la producción. Este enfoque integral es clave para los talleres portugueses, especialmente para sectores de alta exigencia como el de los fabricantes de moldes, donde la precisión en micras marca la diferencia.
“El mercado portugués combina tradición industrial con una fuerte vocación innovadora”, apunta Veríssimo. “Nuestra intención es seguir creciendo junto a nuestros clientes, ayudándoles a aprovechar las ventajas de la automatización y la metrología inteligente para aumentar su competitividad”.